jueves, 10 de mayo de 2012

Este insomnio lleva tu nombre.

Te deseo y creo que no lo disimulo demasiado bien, despiertas en mí mis instintos más primarios.

A lo largo de estos meses he descubierto que estás hecha del mismo material con el que se construyen los sueños por eso supe desde el principio que no estabas hecha para durar, al menos no para mí, y para poder despertarme he tenido que subir hasta lo más alto para poder pegarme una de las mayores hostias.


Es entonces cuando despierto en mitad de la noche, me da por buscar debajo de la cama y me encuentro de bruces con mi miedo al "otra vez" y con todas esas frases que nunca debí decir(te).

Este insomnio lleva tu nombre.

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