No quiero decirte adiós y si tengo que competir con una ciudad entera lo haré, déjame traerte el mar a Madrid aunque sea puñado a puñado, no importa, valdrá la pena.
Te haré una hoguera de sentimientos que dará calor durante todo el año y que cuando llegue San Juan podremos saltar.
No quiero decirte adiós porque me he dado cuenta de que la dulzura más grande del mundo se esconde en unos labios que ayer besé justo después de un concierto...si no de qué...
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